INVISIBLE

Cada vez la atmósfera se hace más pesada. Parece que algo acecha detrás de la niebla. Se para frente a la puerta y respira hondo. Una débil sonrisa intenta aparecer en su mente, pero no, los labios no han conseguido moverse ni un milímetro. Tras varios intentos un desconocido abre la puerta. Ya no le queda más remedio, no puede hacer otra cosa mas que entrar.

Un rápido vistazo y no... no ha ocurrido un milagro, nada ha cambiado, todo sigue igual. Se sienta en el sofá pero las lágrimas pesan demasiado. Rápidamente recorre el pasillo intentando taparse la cara y antes de cerrar la puerta ya se están oyendo los sollozos ahogados. No, aunque lo intenta, si alguien pasara por la puerta de su cuarto la oiría.

Oirían las gotas caer sobre sus manos. Si se atrevieran a entrar, le verían los ojos rojos y el rimel corriendo por sus mejillas. Pero no, nadie entra. Con un nefasto intento por disimular se lava la cara con agua fría. Y cuando vuelve al salón nadie mira su nariz enrojecida ni sus ojos hinchados, nadie ve todo el peso que soporta gracilmente sobre sus hombros...

Comentarios

  1. O quizá si,pero nadie dice nada,nadie sabe que decir,¿no?
    Nadie es invisible para nadie,siempre hay alguien que nos ve,y mejor de lo que creemos.
    Espero que todo bien.
    Un besito!

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