ESTADO: BUSCANDO SU TRÉBOL

Hace tiempo fue tan estúpida como para negar a sus amigas, se rió de ellas por llevarle la corriente a un chico al que ni siquiera conocia, con el cual había hablado una vez por messenger, el programa ese que ya parece prehistórico. Y ahora, sin motivo ni razón aparente, le vuelve a la cabezan ese momento.

Cuando eres pequeño tus amigos son tu vida, ellos lo son todo y sin ellos tu no eres nada ni nadie... y ella lo sabe bien. Aún recuerda, a pesar de su mala memoria, ese día en el que se encontró sola. No le apetecía encontrarse con nadie ni hablar con nadie que no fueran ellas. Y ellas dos no podían estar más lejos. Separadas por apenas unos pupitres y un par de paredes parecía que un océano se creaba en medio, tragando con sus feroces olas a todo el que osara adentrarse en él. Y poco a poco iba tragando para no hacerse nota, poco a poco se iba quedando más y más pequeñita sin moverse para pasar todo lo desapercibida que fuera posible.

Aquel día, siendo más pequeña de lo que le gustaría, aprendió una lección que no sería hasta diez o quince años más tarde que entendería. Jamás le sigas la corriente a nadie por intentar ser aceptada, jamás le rías las gracias a las personas que menos gracia tienen del mundo. ¿Porqué todo el mundo hace lo que sea por ser aceptado? ¿Porqué tenemos que encajar en un mundo que tiene infinitas piezas irregulares? Y lo más importante, ¿porqué mentir para ser aceptado? No merece la pena.

La diferencia es que ahora tiene la fuerza para luchar por lo que quiere. Ahora tiene la capacidad de decidir de parte de quien está y de parte de quien no. Ahora sabe que realmente amigos se pueden contar casi con los pétalos de un trébol. Los afortunados llegarán a tener hasta cuatro, pero el resto de las personas tendrán que conformarse con tres. Y es que desde pequeños queremos tener amigos, sentimos la necesidad innata de acercarnos a la gente en la guardería y hablar con ellos. Es maravilloso como en esa época todo el mundo era tu mejor amigo por que pintara contigo o jugara a juegos que casi ni entendías. 

Pero con el tiempo te das cuenta que hay muy pocas personas que merezcan la pena. Hay muy pocas personas que no te decepcionen y que te vayan a defender contra todo pronóstico. Hay muy pocas personas a las que quieras defender contra todo pronóstico...

Porque hay personas que casi sin darte cuenta se convierten en amigos, se hacen un huequito en tu mundo y se hacen querer. Eso no significa que no tengan defectos, y ella lo sabe bien. Nadie es perfecto, ni siquiera ella, aunque le guste hacerse la divertida diciendo lo guapa y encantadora que es. Ella también es realista y te enumera sin saltarse ninguno todos los defectos que tiene y errores que comete. Pero eso son los amigos, esas personas que sin darte cuenta han entrado y se han quedado contigo, en las buenas y en las malas, conociendo tus defectos y aceptándolos. 

Porque en las buenas está todo el mundo a tu lado. Pero, ¿y en las malas?