NUEVO AMANECER

Y de repente, cuando abres los ojos, ahí está. Una fina línea anaranjada saliendo por el horizonte. Es el sol. Que, aunque a veces no lo parezca, sale TODOS LOS DÍAS. 

Ahí está, sorprendentemente a veces, demasiado pronto unas, o demasiado tarde otras, pero siempre está ahí. Sale el sol, y cada día hay nuevos pájaros sobre los árboles piándole al nuevo comienzo.

Y la bocanada de aire fresco, como la de aquél paisaje francés lleno de bruma, inunda sus pulmones. Por fin lo siente. Ese aire le recorre por dentro. Hace que todo el calor que tenía en su interior salga por fin. Y lo observa, como una mera transeúnte, pero sabiendo que está en primera persona. Lo observa irse. Lo observa llegar. 

Como la marea que continúa con su camino, aunque parezca que al llegar la ola a la orilla todo se desmorona, en pocos segundos renace con agua nueva. Es el ciclo de la vida. El vaivén del tren, imparable hasta que no llega a su destino, y cuando parece que ha terminado, retoma su paso hacia la siguiente estación. 

Todos los días se respira, aunque no lo parezca. Por que ese movimiento se tiene tan integrado que se da por hecho. Pero no, amigos, nada se da por hecho, más allá de que el mundo sigue. Siempre sigue adelante. Contigo o sin ti. 

Comentarios