LLAVES
Todavía eres, aunque no estás.
El otoño vino a visitar las alegres margaritas de primavera, pero una capa de escarcha ha cubierto el prado.
Las sonrisas gratuitas ya no se regalan. La tez se volvió rígida, cubierta por el viento del Norte.
El resquicio de la cerradura muestra débiles destellos iriscentes, pero sólo unos pocos afortunados tienen la llave correcta.
Y a otros, ella misma se la quitó.
Hay muchas llaves , pero sola una abre el corazón y alma de las personas . Un abrazo.
ResponderEliminarUn gusto leerte amiga. Saludos.
ResponderEliminarLa primavera, si late bajo la nieve, acaba por brotar, con llaves naturales, o con la mirada de los hombres.
ResponderEliminarUn abrazo