IMPASIVA
Esa noche soñó con la caída de edificios. Con lugares emblemáticos de su ciudad cubiertos con un halo de abandono y soledad.
No era aterrador. No era decrépito ni sucio.
Simplemente, estaba vacía.
Ella misma había visto los edificios derrumbarse. Uno a uno ir cayendo como si de un terremoto se tratase. Pero con la impasividad de alguien a quien no le tiemblan los pies.
Algunos personajes de su vida pasaron por allí. Las últimas anclas que quedaban entre edificios a medio caer. Los últimos supervivientes de una ciudad que tenía nombre... pero no alma. Su ciudad. Vacía.
Las últimas gotas de su pasado que, imaginaba, querrían rehacer una ciudad que va ligada a todos sus recuerdos y memorias. Las últimas gotas intentando llenar una ciudad cuyo río, era ya inexistente. Por no quedar, no quedaba ni su cauce.
Sueños un tanto premonitorios , que al despertar descubres que lo soñado es verdad. Un beso , feliz miércoles.
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