POR PURA INCOMPRENSIÓN

Es alentador ver como poco a poco al final las flores siempre salen en el jardín. Aunque hayan pasado años de auténtica sequía o tiempos interminables de tormentas tropicales, se empieza a vislumbrar un atisbo de rayito minúsculo de sol que promete ser un cegador haz de luz.

Mientras piensa esto, una lágrima cae por sus mejillas.

- ¿Por qué lloras mamá? le pregunta su hijo de tan solo 5 años que intuye que algo perturba la serenidad de su madre.
- Son lágrimas de alegría. 

Ahora por fin comprendía todos esos años tan duros para ella. Todos esos años de incomprensión, de llorar una y otra vez por las noches pensando que era ella la que tenía el problema. Pensando porqué su propia hermana ni le dirigía la palabra cuando ella estaba sentada en el sofá de casa y ella pasaba por el salón. Ahora entendía esos días, semanas, años... todo ese tiempo que apenas había visto a su hermana.

Muchas habían sido las veces que se había imaginado entrando al cuarto de su hermana para preguntarle alli y ahora, de una vez por todas, cara a cara, que le dijera que le había hecho para que la tratase así. Muchas habían sido las veces que se había imagina abrazándola, dándole un beso... conversando con ella aunque no fuera de nada. Esas pequeñas cosas de hermanas que ella, no entendía porqué, nunca había tenido y siempre había envidiado.

Ahora volvía la vista atrás y empezaba a ver las cosas de otro modo. Como cuando ves una película y al final te ponen escenas ya ocurridas para que vieras como se desarrollaban las cosas en segundo plano para que todo encajara mientras tu, distraído con la escena principal, te dejabas guiar por los protagonistas. Puede que ella no estuviera mirando al verdadero protagonista, puede que ella estuviera siendo demasiado egocéntrica o egoísta y que solo pensara en ella cuando la verdadera escena estaba ocurriendo a sus espaldas.

Ahora empezaba a entenderlo todo, quizás un poco tarde, pero como dicen: más vale tarde que nunca. Todavía las cosas se podían arreglar.

Comentarios

  1. A veces es superior a nosotros. No logramos entenderlo, y como bien dices, pasa a nuestras espaldas. Y no hay remedio para eso, porque no lo vemos, ni siquiera lo intuimos. Y el mundo sigue girando mientras nosotros nos quedamos parados.

    Pero una vez volvemos a retomar el movimiento, podemos llegar a asumir cosas que una vez nos fue, eso, pura incomprensión.

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