COMO UN NIÑO SIN SU PIRULETA
¿Quién es capaz de ponerle a un niño una enorme piruleta delante y luego quitarsela sin más miramientos? Es cruel que te dejen probar algo y cuando estas empezando te lo quiten bruscamente. Que te haya dado tiempo a probarlo, a saber que te encanta, y sin embargo que te lo haya quitado. Te quedas impotente, sin saber que hacer, sin poder hacer nada. Consumido por la locura de querer buscar aquello que te deja frenético.
Esperando toda la vida a que te vuelvan a dar otra oportunidad, a preguntarte que has hecho mal para que no se repita, y pasa el tiempo y esta vez ni siquiera te dan falsos avisos, ni siquiera te enseñan falsas piruletas, ni unos miseros cramelos que las sustituyan. Simplemente nada. Como si hubiera desaparecido de la faz de la tierra. Como si lo que probaste fuera un sueño del que te despertaste y quedó atrás por siempre.
Y ves otros niños con sus caramelos, lo contentos que parecen... y quieres avisarles que cuando empiecen a probarlo se lo quitarán, pero no puedes, no sabes como, ni te parece justo robarles ese sueño. Y sin embargo y aunque lo anheles con todas tus fuerzas, ves otros caramelos pero no pueden sustituir el tuyo, ni siquiera recuerdas como era, solo sabes que esos no son.
Cada día que pasa anhelas más probarlo, luego simplemente te conformas con verlo, y más tarde pierdes la esperanza, deseando que alguna vez, por muy lejana que sea, vuelvas a soñar aunque sea de lejos con un trocito de aquel sueño que una vez tuviste y ya empieza a difuminarse en tu cabeza.
Esperando toda la vida a que te vuelvan a dar otra oportunidad, a preguntarte que has hecho mal para que no se repita, y pasa el tiempo y esta vez ni siquiera te dan falsos avisos, ni siquiera te enseñan falsas piruletas, ni unos miseros cramelos que las sustituyan. Simplemente nada. Como si hubiera desaparecido de la faz de la tierra. Como si lo que probaste fuera un sueño del que te despertaste y quedó atrás por siempre.
Y ves otros niños con sus caramelos, lo contentos que parecen... y quieres avisarles que cuando empiecen a probarlo se lo quitarán, pero no puedes, no sabes como, ni te parece justo robarles ese sueño. Y sin embargo y aunque lo anheles con todas tus fuerzas, ves otros caramelos pero no pueden sustituir el tuyo, ni siquiera recuerdas como era, solo sabes que esos no son.
Cada día que pasa anhelas más probarlo, luego simplemente te conformas con verlo, y más tarde pierdes la esperanza, deseando que alguna vez, por muy lejana que sea, vuelvas a soñar aunque sea de lejos con un trocito de aquel sueño que una vez tuviste y ya empieza a difuminarse en tu cabeza.
Vaya..y si te mando un abrazo, te sentirás algo mejor? es que es como q siento q lo necesitas..por eso q has escrito. Yo me he sentido en esa situación..varias veces, y se pasa mal. Y parece que cuanto más quieres olvidar, más niños con caramelos ves, verdad?
ResponderEliminarNo hay más que decir, supongo..porq en ocasones así no hay suficiente "consuelo" por mucho q te digams. Pero tienes mi abrazo y mis palabras siempre q quieras, vale? :) un abrazo grande grande (si, otro)
Es una manera de añorar dulce
ResponderEliminarHola amiga, a veces la vida nos enseña de la manera dificil las cosas, tenemos que tomar atencion pues algo nos quieren enseñar, las cosas que obtenemos con trabajo y esfuerzo y nos son arrebatadas, duele perderlas, mas si luego entregamos mas esfuerzo en recuperarlas la recompensa de obtenerlas nos dejara mas felices....
ResponderEliminarPero si aun asi se nos van de las manos es que jamas fueron para nosotros
Cuanta añoranza mi niña a probar otro caramelo tal vez tenga mejor sabor,un cariñito dulce
ResponderEliminar¡Por no hablar de las caries que provocan!
ResponderEliminarHasta las cosas buenan tienen su lado negativo...
Si piensas eso, resulta más sencillo dejar la adicción al dulce
un besito!
quizá necesites muchos mimos...
ResponderEliminares muy duro perder algo de esa manera y ver a otros felices, es egoista...pero cuando estás triste la sonrisa de otros puede doler...
este texto es muy bonito...triste, pero bonito
:)
no pude evitar reír con la respuesta de maRini... Tarde o temprano el sabor de esa piruleta se va desvaneciendo de la mente, poco a poco, hasta que un día te arriesgues a probar algún otro dulcesillo y te des cuenta que esos también tienen sus cosas buenas
ResponderEliminaránimo, un beso y un abrazo muy fuerte
Mmmmm aveces los abrazos son la mejor cura para un sentimiento así...
ResponderEliminarUn beso grande:)
No siempre te quitarán la piruleta... es cuestión de tener paciencia ;)
ResponderEliminarMe ha encantado, enserio ^^
ResponderEliminarA mi me quitaron el caramelo hace tiempo.
Y es que las cosas de la vida muchas veces mejor ser niño para afrontarlas... aunque les quitemos su caramelo, pronto encontrarán otro que llevarse a la boca.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola qué tal? estuve viendo tu blog y tengo una propuesta para hacerte sin importar la cantidad de visitas que tengas: 1, 2 , 3 , 4 euros por mes por colocar un pliego de publicidad. Es compatible con anuncios google y no es nada erotico ni pornografía.
ResponderEliminarSi te interesa comunicate!
muchas gracias, tu blog también me ha encantado :)
ResponderEliminarme identifica este texto, creo que todos alguna vez hemos querido algo que no podemos tener... la distancia en mi caso no juega a mi favor, supongo que tengo que resignarme a aceptar que hay cosas que no están hechas para nosotros...
mua! :*
se me ha olvidado la cara de un sueño en alguna ocasión...
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el texto :)
En mi blog hay algo que te quiero regalar n.n
ResponderEliminarUn abrazo, muah!
A mi me han dado tambien ese dulce sabor para despues quitarmelo. Solo que a mi me lo regresan a ratos, acentuando asi lo amargo de otros sabores.
ResponderEliminarLe brindas belleza a sentimientos feos, se ve que eres un ser de luz. Aunque a veces no lo veas.
un beso.