NANKURUNAISA

Ahora somos el azul añil y el verde bosque. Pero ese bosque salvaje con naturaleza viva. Ese bosque que tranquiliza sólo con verlo correr desde el coche. Ese al que el frío aire otoñal mueve las ramas pero no tira ni una hoja.

Ahora somos azul añil y verde bosque. Ese azul misterioso que esconden los más bonitos atardeceres cuando los rayos del sol traspasan las profundidades marinas. 

Ese océano que elijes, aunque solo con el bosque, ya sea suficiente. 

Porque no te necesito, pero te prefiero.

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