COBARDÍA

Hoy el mundo gira un poquito más deprisa… el tiempo ya no se esconde.

Desde aquí oigo a un cantante en la calle. Por un momento aleja a la gente de sus problemas. Por un momento permite que le acompañen lejos, muy lejos de aquí. La gente pasea, se nota que es Diciembre. La Navidad se acerca.

Una canción no para de sonar en mi cabeza, en mi mente. Quizás en éstos momentos sea un apoyo que solo intenta ocuparme en cualquier cosa que no sea pensar… no estoy segura, a veces es difícil averiguar la diferencia. A veces es difícil entender lo que hace y el porqué.

Siento que estoy perdiendo el tren encerrada en ésta habitación. Todo pasa tan deprisa… y yo estoy aquí, inmóvil, viéndolo todo. Puede que ahora mismo corra el peligro de estar encerrada. Puede que esta habitación no sea mas que una jaula que en vez de protegerme me está haciendo daño. Me está encerrando en el tiempo y el espacio. Me agobio de pensar que la habitación se puede hacer cada vez más y más pequeña y yo no haga nada para impedirlo, y yo me sienta a gusto sin darme cuenta, sin querer salir… hasta que sea demasiado tarde.

Necesito anclarme al mundo, no dejar que se mueva sin mí. No dejar que me deje aquí, olvidada. Pero no se como hacer eso sin salir herida… me siento tan vulnerable. Aunque intente parecer fuerte siempre termino derrumbándome en la soledad de mi cuarto. Alejada de todo el mundo. Siempre vuelvo aquí. A mi cuarto, para sentirme protegida. Siempre vuelvo a mi cuarto para aislarme del mundo y que no vean que soy frágil… que no vean que soy vulnerable… llámalo cobardía…

Como si intentara saltar de un autobús en marcha a la acera dura y fría. Un autobús que va tan rápido que no deja a nadie que llegue a él. Un autobús que va tan rápido… que no soy capaz de salir de el. Si, creo que cobarde, ésa es la palabra.