EL FUTURO IMAGINADO

De pequeños todos nos imaginábamos cuando ibamos a ser mayores, como seríamos, como llevaríamos el pelo o quizás como nos vestiríamos, cuantos amigos tendríamos, estaríamos con novio, casados, solteros, viviendo solos o todavía en casa de los padres. Estaríamos estudiando o ya con trabajo. Con una super casa, con un super coche, y ya que estamos atreviéndonos a pensar, ¿porque no con niños? Que rápido pasa el tiempo...

Y la verdad es que seguimos como siempre. Hoy me he dado cuenta que dentro de medio año pasaré a la veintena. Cuantos cambios había pensado para entonces. Que diferente me imaginaba mi vida entonces. Con 20 años ya sería mayor. Tendría una vida muy diferente.

Y en verdad será un día como otro cualquiera. En todo caso con una tarta de más o con tirones de oreja. O con felicitaciones de cumpleaños llenas de sonrisas, algunas más falsas que otras. Pero esa será la única diferencia. ¿Y después de eso qué?

El tiempo pasa lento, pero a la vez es tan imparable que cuando te quieres dar cuenta, quizás ya haya pasado más del deseado. Por eso hay que aprovechar el ahora. No pensar en lo diferente que va a ser tu vida cuando pase el tiempo, sino en lo que puedes hacer para que cambie, ahora, en este momento.

Ha pasado tanto tiempo que no va a volver atrás...