ADIÓS
Y de un portazo, se fue. Un portazo frío, un portazo amortiguado por las palabras que no salieron de sus bocas. Cogiendo el camino del que ninguno se atreve a salir y a la vez del que querrían salir despavoridos. Pegada a la silla de la que no se atreve a moverse, con el alma tan pesada como un ancla que no le deja levantarse.
Un adiós nunca tuvo tanta sonoridad, nunca tuvo tanto significado.
Un contundente adiós. El silencio puede ser el más ruidoso de los significados.
ResponderEliminarMe ha encantado, como siempre. Besos :D
Contundente adiós. A veces con uno solo, pero real, sobran discusiones.
ResponderEliminarUn abrazo
Un adiós para siempre. Saludos.
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