SILENCIO

Como el barco que se deja llevar por la corriente, y aparece varado en una playa desierta. Así va ella, a la deriva.


Hacerse un camino propio es difícil, pero a veces solo necesitas que quien te quiere esté a tu lado. Aunque no te entienda. Aunque no comprendan lo que haces, porque ni tú te lo explicas. A veces un abrazo vale más que mil palabras. Y a veces, consuela más un silencio.


Allí, tumbada en el sofá, solamente pueden salir lágrimas de sus ojos. Solamente pueden salir temblores de su piel. Solamente pueden salir nudos de su garganta. Lo único que quiere es que pase el tiempo. Que se alargue ese silencio hasta la eternidad. Que sus ojos hablen sin mirarse, estando cerrados.


Solamente quiere un silencio de comprensión. 

Solamente quiere una mano que la acompañe en el mar de sus pensamientos.


Comentarios

  1. Esa mano que se añora, que es cierto, no es imprescindible, pero alienta.

    Un abrazo

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