LA FELICIDAD NO TIENE CURA

Recordando leyendas se perdieron en la sima de sus respiraciones. Los susurros que parecían ya inaudibles en el lejano vacío, se volvieron palpitantes de un momento a otro. La luz les traspasaba las heridas y deslumbraba a cualquiera que estuviese a kilómetros de distancia. 


Minutos donde el reloj no avanzaba. Pero minutos donde el reloj tampoco volvía atrás. 


Con la nostalgia en la comisura de sus labios, y el anhelo de la felicidad eterna, soñaron con el futuro que ambos sabían jamás llegaría. Inspirados por los ángeles que siempre les acompañaron. Por el destino que siempre les quiso guiar y cuya senda no supieron encontrar.


Perdidos, una última vez, entre fresas y música. Entre imposibles y quimeras. 


Y así se puso la corona de reina.

Porque a la princesa la llevará dentro hasta el día de su último aliento.

Comentarios

  1. El destino no esta escrito, sólo lo conocen los ángeles. Dijo el príncipe besando la frente al Rey, mientras se adormecía en su lecho. Luego el Rey alzó su corona, agarró firme su espada y desterró a los sueños de su reino, convirtiéndolos en pirámides, faros, flores y recuerdos.

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  2. Bonito texto y al menos esperanzador . La felicidad palabra bonita pero que pocos logran alcanzar.Si aquellos de momentos e instantes bellos durante una vida. Un fuerte abrazo y soñar es lo mejor del mundo y más cuando es limpio y dulce el sueño.

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  3. Esa reina interior brillando. Un relato interesante

    Un abrazo

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