COMO UNA GOLONDRINA

Ya no siento la inspiración que antes me llevaba a escribir horas y horas. No siento las ganas de que pasen las horas para ver a alguien. No siento las ganas de que suene el teléfono para que sea EL, ni tener una excusa para llamarle… no tengo sentimientos dentro de mi. Estoy vacía como una golondrina que no puede volar, como el sol en los días nublados cuando las nubes le impiden brillar en todo su esplendor.

No siento esa energía dentro de mi, esas ganas de reír sin parar hasta que te duela la boca y la barriga, esas ganas de hacer feliz a alguien, esas ganas de escuchar su voz, ver su rostro, oler su perfume. Esas ganas de hablar porque sabes que sea de lo que sea te va a escuchar con la misma atención, poniendo todo su empeño en cada palabra. No tengo la ilusión ni las fuerzas para enamorarme de nuevo, para sentir ese cosquilleo en la barriga, para llorar noches y noches seguidas y que una simple mirada o un simple contacto con su piel borre todo rastro de tristeza y me llene de esperanza de nuevo. Cuando estas dolido, enfadado o triste aunque creas que nada te puede hacer sonreír, EL lo consigue, no sabes como ni porque, siquiera sabes con que motivos lo haces pero consigue hacerte sonreír. Yo quiero eso.

Como una golondrina quiero volar lejos. No tener hogar e ir allí a donde me lleve el viento, ver los colores del mundo para así poder elegir cual es el que mas me gusta. Quiero ver a la gente pasear cogidos de la mano. Quiero ver a la gente andando en la calle rodeados de tantos otros… pero en su interior sintiéndose tan solos… quiero saber lo que es la tristeza, la felicidad, el amor, la agonía… Quiero experimentar todos los sentimientos para así poder elegir cual me gusta más. Quiero conocer a gente, ver como son los demás. Quiero sentirme útil, escuchada, querida, necesitada, deseada…

Quiero verlo todo desde lejos, observar a la gente, pero estar tan lejos de ellos que nada me pueda dañar. Que cuenten sus experiencias y yo poder oírles. Quiero conocerles, saberlo casi todo de ellos pero que a la vez yo sea un misterio, que no sepas como voy a actuar, que no sepan cual será mi siguiente movimiento para que así no sepan lo que siento. Que no descubran como hacerme daño, que no descubran como hacerme sufrir. Que no me puedan afectar… o por lo menos que nunca lo sepan.

Comentarios

  1. Mi querida amiga, hay tantas lecciones que aprender en la vida que resulta imposible hacerlo durante una solo existencia. Pero cuantas más aprendamos, más cuestiones resolveremos y podremos vivir la vida con más intensidad, una vida realmente plena.
    Entonces muramos cuando muramos podremos exclamar:
    DIOS MIO, HE VIVIDO!

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