SOBREVIVIR O VIVIR

Esa duda siempre le acechaba: dejarse llevar por el ápice de ilusión que apagaba como tratando de apagar un vívido fuego, o entrar dentro de lo preestablecido. ¿Seguir dando tumbos, de ilusión, pero tumbos, o estabilizarse en una ligera alegría que no iría a más, pero tampoco a menos?.

Dicen que cualquier momento es bueno para tomar las riendas de tu vida, pero ella ya no sabe si podrá retomar la alegría. No sabe si podrá alcanzar la vida que siempre ha querido. No sabe si meterse en ese agujero que ha empezado a abrir o mantenerse en su fría madriguera, solitaria pero acogedora, lejos del peligro y del caos.

¿Por qué sobrevivir cuando puedes vivir?

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